Aunque la Unión Europea (UE) ha vetado el uso y comercialización de ciertos pesticidas debido a sus impactos ambientales y riesgos para la salud, hay investigaciones que revelan que más de 81.600 toneladas de estos productos prohibidos se vendieron en su territorio y se exportaron a 85 países, principalmente en vías de desarrollo.
Latinoamérica es parte de los receptores de estos agroquímicos prohibidos en la UE, y algunas de las moléculas son detalladas a continuación:
• Triadimenol, clasificado como potencialmente cancerígeno por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). • Mancozeb, catalogado como disruptor endocrino para los seres humanos según la EFSA. • Imidacloprid, neonicotinoide clasificado como una sustancia muy peligrosa por la Organización Mundial de la Salud (OMS). • Fipronil, clasificado como potencialmente cancerígeno por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. • Spirodiclofen, se relaciona con daños hormonales en las personas. • Alfa Cypermethrin, está inidentificada como una sustancia disruptora hormonal. • Quinoxyfen, puede provocar que las personas que lo aplican tengan irritaciones en la piel o en las vías respiratorias. • Epoxiconazole, sustancia disruptora endocrina y de potencial cancerígeno para los seres humanos. • Tiophanate-methyl, potencialmente carcinógenos según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. • Paraquat, puede causar la enfermedad de Parkinson. • Diquat, puede provocar conjuntivitis severa y Parkinson. • Thiamethoxam, puede matar colonias de abejas. • Carbendazim, fungicida que produce alteraciones en el sistema endocrino. • Chlorpyrifos, categorizado como altamente peligroso por la OMS y la FAO.